Casualidad o destino

Volumen I: Tal harás, tal encontrarás

Capítulo 1.- De acampada un par de días…

Había empezado un nuevo curso, en un colegio nuevo y para colmo empezaba más tarde que el resto de mis compañeros. Tenía mi esperanzas puestas en hacer nuevos amigos pero por desgracia ésas esperanzas tarde o temprano se terminaron rompiendo, así que allí estaba… sola y a punto de enfrentarme a un campamento escolar con todos aquellos a los que en algún momento aprecié pero por casualidad o fatalidad me habían prejuzgado y dejado de lado por nimiedades más típicas de alumnos de parvulario que de gente hecha y derecha. Había soportado más de sus burlas y prejuicios más lo conveniente… pero como dice el refrán… quién ríe último ríe mejor y ése campamento era la ocasión perfecta para devolverles la pelota… siempre con todo el cuidado que ella misma no volviera a mi causándome mas daños de los que me habían causado…

Así que allí estaba yo… sentada en el asiento al autobús con destino al campamento pensando de que manera iba a devolverles la pelota a aquella panda… ojala no estuviera sola para hacerlo… pero lo mas prudente era no confiar en nadie, así que mientras pensaba tenia mis ojos fijos en mi libro fingiendo leer, lo hice hasta que sus risas me empezaron a molestar…

-Os imagináis a la Posession con un picardías- decía Verónica o como se hacía llamar Noni una gran fan de tocar las narices con su arrogancia y petulancia

-¡Aww… mis retinas!- dijo Marc, uno de los chicos que era un gran fan del heavy metal y un adicto al litio

-No quiero imaginármelo… o me va a causar pitopausia- dijo Ángel, otro de los chicos con una elevada tendencia en hablar sobre sexo y todo lo relacionado con él

-Pues sería así…- dijo Raquel, a la que realmente había apreciado pero me había caído del concepto al saber que era como todos los otros, haciendo una cara imitando una de las fotos que la Posession en cuestión había puesto en su blog

-Si así- dijo Marc secundándola

-Lo dudo… no cabría dentro de un picardías… tendría que ser una vela de barco- dijo Gerard, el tercero de los chicos al que llamaban monocito en plan de broma

-¿Tú que opinas Xanxa?- preguntó Noni a Arantxa

-Que no me lo quiero ni imaginar…- dijo ella

En ése momento el autobús llegó a su destino y cuándo bajamos los profesores nos repartieron por las casuchas como quisieron… por suerte para mi me tocó con Mercedes y Juana, ambas bastante estudiosas y amables. Una vez dispusimos los equipajes en su sitio nos reunimos todos en donde se encendería la fogata aquella noche… una noche que iba a ser memorable para muchos…