lunes, 9 de agosto de 2010

Mafias Cruzadas

CAPÍTULO III

CIENTÍFICA A LA FUGA

La tía Mel me miró durante un par de segundos como si no entendiera lo qué estaba diciendo, unos segundos después pareció entender lo que estaba diciendo, entonces sin dudar se sacó su teléfono móvil del bolsillo y me lo tendió. Lo cogí y marqué el número que ya me sabía de memoria

-¿Por qué será?- me pregunté a mi misma mientras esperaba que me contestara, tuve que esperar un par de toques antes de oír su voz al otro lado de la línea, el alivio me sacudió durante unos segundos, aún no era demasiado tarde

-¿Qué pasa Ane?, te he dicho que no te preocupes todo está bien…- dijo su voz despreocupada en el otro lado de la línea -tengo que hacer un pequeño trabajo…¿Hablamos luego, ok?- me dijo disponiéndose a colgarme el teléfono

-No David, no es eso- le dije para impedir que colgara- escúchame, por favor, ten cuidado con ésa arma… va a estallarte en las manos… y… y…- dije intentando decir la palabra que se negaba a salir por mi boca, así que tuve que forzarme a mi misma a terminar la frase- va a matarte- dije al fin

-¿Matarme? Neeeeh olvidas que soy inmortal…- dijo quitándole hierro al asunto antes de seguir -de verdad, no te preocupes- hizo una pausa antes de seguir -además ésa arma que tú dices está desactivada…- hizo otra pausa como si al fin hubiera entendido lo que estaba intentando decirle -¡espera!¿cómo sabes de eso?¿no habrás visto mi futuro?- no respondí, así que él lo interpretó como un sí -Ane… escúchame bien… olvida todo esto, no hables a nadie sobre esto… y por último ten cuidado y no salgas de casa- hizo una pausa muy corta antes de seguir con su discurso telefónico -por ésta arma han muerto muchas personas y el próximo seré yo si no la destruyo…- dicho esto me colgó, aunque antes de que lo hiciera me pareció notar cierto nerviosismo en su voz. Sabía que era inmortal, pero también lo había visto morir en mi premonición. Sumida en mis pensamientos le devolví el móvil a la tía Mel.

-¿Todo bien?- me preguntó -¿sobrina?- añadió cuándo se percató de que sólo estaba en cuerpo presente, haciéndome volver a la realidad

-No lo sé…- le dije, sin explicarle lo que me había dicho mi hermano -eso espero- añadí pensando de nuevo en mi premonición

-mmm…- dijo ella pensativa -¿algo en lo que pueda ayudar?-

-eh, esto tía…- dije tanteando el terreno -David ha dicho que no hagamos nada- le expliqué, deseando interiormente que realmente estuviera bien -dijo que no me preocupara… pero…- me dije interiormente

-De acuerdo- accedió sin hacerme más preguntas sobre el tema y mirando alrededor -¿dónde está tu laboratorio?- intentando distraerme pero recordándome sin querer que faltaba poco para que transcurrieran las cuatro horas desde que lo había abandonado

-Mierda- murmuré mirando el reloj -tengo que irme, tengo algo que hacer- dije levantándome aún medio mareada -vuelvo enseguida tía Mel- dije poniéndome la mano en el bolsillo para sacar las llaves de mi coche, pero ella intentó impedir que me fuera

-De ningún modo- dijo levantándose también -David dijo que cuidara de vosotras así que no te dejaré ir sola-

-Quédate con las gemelas y Mimi- le respondí sin mirarla a los ojos, sabía que si lo hacía no podría irme -yo tengo que hacer esto- dije saliendo corriendo antes de que ella reaccionara.

Una vez saqué el coche del aparcamiento, me permití suspirar, sentía haber dejado a mi tía así pero no tenía permitido llevarla conmigo, sabía que David iba a enojarse por no haberme quedado en casa, pero tampoco podía permitir echar por la borda todo el trabajo de la mañana, así que me dirigí lo más rápido posible

Cuando llegué al laboratorio baje apresurada del coche y me dirigí hacia la puerta trasera, ya que en éstos momentos no había nadie en el laboratorio… fui hacia mi despacho cogí mi bata, y me dispuse a abrir todas las cerraduras de la puerta escondida que conducía hasta el sótano una a una, una vez lo logre bajé y saqué el frasco dónde había guardado el veneno, y empecé a añadirle todo lo que le hacía falta, unos minutos después había terminado, solo le faltaba añadir el último ingrediente, pero este se añadía precisamente antes de usarlo, así que cerré el frasco y lo guardé en la caja fuerte que tenía en el sótano para guardar los proyectos un poco más peligrosos. Una vez lo cerré, volví a subir las escaleras y cerré todas y cada una de las cerraduras, me quité la bata y salí del despacho cerrando la puerta con llave, para finalmente salir por la puerta trasera y cerrar la puerta y subirme al coche.

Salí del aparcamiento completamente sola, la carretera estaba desierta, pensé que era mucho mejor de ésta manera, así que encendí el reproductor mp3, y me dispuse a emprender el camino hacia casa por los caminos por los que normalmente hacía el recorrido hacia casa. Normalmente era un trayecto que me ayudaba a tranquilizarme. Al pasar por un cruce dónde había una pequeña arboleda vi cómo un coche salía detrás de mí, intenté mantener la calma, quizás solo era casualidad. Para comprobarlo me adentré en el recinto del puerto y el coche me siguió, definitivamente me seguía a mí, así que me adentré por calles y callejuelas hasta que pude despistarlos. Una vez me deshice del coche conduje hacia casa dónde me esperaba un poco mas de diversión, la tía Mel posiblemente enojada…

En llegar a casa aparqué el coche en el garaje, y me dirigí hacia la puerta principal y abrí la puerta, para encontrarme a la tía Mel en el recibidor dando vueltas en círculos, cómo una águila acechando a su futura presa, engullí silenciosamente cuando frenó sus pasos se cruzó de brazos y miró hacia mí.

-¿En qué estabas pensando?- me espetó, yo me encogí interiormente, suerte que era la tía Mel y no mamá, sabía que me esperaba una bronca pero sabía muy bien que mamá sería mucho más dura

-Yo…yo… tenía algo muy importante que hacer- respondí titubeante porqué no sabía exactamente que responderle

-¿Y qué era tan importante?- preguntó completamente seria… yo no sabía hasta que punto podía revelar lo que estaba haciendo en el laboratorio así que me limité a agachar la cabeza, volviendo a agradecer que fuera la tía y no mamá. Pareció entender porqué no le había contestado así que no volvió a preguntarme, aunque esto no me salvó de una advertencia/amenaza de su parte -la próxima vez te acompaño, aunque sea para esperarme afuera… aunque para ello tenga que obligarte- no hacía falta que me lo dijera ya lo sabía bastante bien que podría haber hecho que la trajera conmigo

-Ya lo sé que podías, por eso evité mirarte a los ojos… para que no lo hicieras- le expliqué, antes de dejarme caer en el sofá y ponerme a llorar, no por evitar la bronca si no porque estaba medio asustada, ella se sentó a mi lado suspirando

-Ok, no te diré nada más- me dijo mientras se sentaba, sabía que prefería dejarlo para David o mamá -pero no quiero que vuelvas a hacerlo- me dijo seriamente y me pareció ver un deje de amenaza en su voz, así que asentí lentamente antes de encontrar mi voz

-Tía, no lloro para que no me eches la bronca… es por algo que ha pasado- dije mientras seguía llorando, mientras pensaba que lo volvería a hacer si fuera necesario

-¿Y qué ha pasado?- dijo completamente desconcertada

-A mitad…camino…un coche desconocido…ha empezado…a perseguirme…he acelerado pero han acelerado…pero al final los he despistado…o eso creo…- dije entre sollozos mientras me abrazaba a ella

-Ya ha pasado- dijo intentando consolarme acariciándome la cabeza -¿estás segura de que no dieron con éste lugar?- asentí con la cabeza, así que ella prosiguió -entonces no hay de qué preocuparse- pero a mí no me parecía que no fuera motivo para no preocuparse así que seguí llorando aún angustiada

-Pero…¿Y si en verdad hay que preocuparse?- le dije yo -parecía como si me estuvieran esperando expresamente a mí-

-La mejor solución sería hacer una junta familiar y así decidir qué hacer- sugirió ella

-Si David hubiera regresado- dije intentar aserenarme -sabría qué hacer-

-Pero como no está… tendremos que esperar- dijo ella, ante la idea de que quizás no volviera me vinieron ganas de llorar de nuevo, pero cambió de tema rápidamente para evitarlo -¿qué tal si hacemos algo mientras esperamos?-

-No sé, no tengo ni idea de dónde escondieron los juegos las gemelas, si no es que quieras leer algún libro o preparar algún postre para amainar a…David- dije entre dientes, sabiendo que ni esto me salvaría de la bronca del siglo por ser imprudente

-Lo del postre no suena mal y… lo vas a necesitar- me dijo mirándome compasivamente mientras negaba con la cabeza -pero a mí no me gusta cocinar… así que mejor tú lo preparas todo y yo… superviso- puse carita de gatito abandonado pero sólo conseguí que sonriera mientras ambas nos dirigíamos hacia la cocina

Sabía que tendría que cocinar yo sola, iba a quejarme por eso, pero cómo estaba tan preocupada por David que unas imágenes medio borrosas pasaron por delante de mis ojos… en éstas imágenes él estaba en el almacén rodeado por hombres y una extraña lluvia de balas caía sobre ellos dándoles a todos pero también hiriendo a David, las imágenes no eran producto de mi imaginación… si no parecían ser fragmentos de la premonición que había tenido antes, medio confusa me tambalee, por suerte para mí la tía Mel estaba a mi lado y me sujetó para que no cayera al suelo y me ayudó a llegar hasta el sofá de la sala de estar

-¿Qué ha pasado?- me preguntó -otra premonición-

-David está en peligro- le dije a modo de respuesta, ella me miro otra vez seriamente

-Tú ve a la cocina y haz el postre y yo iré en busca de Dany… pero no quiera que salga nadie ¿entendido?- me preguntó

-Si- contesté simplemente -solo si es necesario- añadí interiormente

-Bien, te dejo al cargo, se responsable esta vez y no hagas nada imprudente esta vez ¿sí?- desvié la mirada por si acaso mientras ella proseguía -por cualquier cosa llámame- dijo para luego levantarse y dirigirse hacia la salida.

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Situaciones extrañas... en momentos inesperados

Capítulo III
No quiebren nada

Vi como el ex de Ane se iba, sin decir nada, era algo obvio a lo que él volvía, así que si acerté cuando ella me pidió que adivinara, luego de un rato de reírnos con lo sucedido, note como Ane estaba algo tensa. Por los lobos, no era tampoco que alguno le diera buena espina, pero por lo que ambas veíamos ya se habían terminado sus hamburguesas y sus cafés, ya podía ir siendo hora de cobrar.
-No te preocupes todo está tranquilo, y uno de ellos por lo menos no es un imbécil- dije pensando en el que me detuvo de colgar la cabeza del imbécil al lado del alce.
-No te fíes tan rápido- me advirtió, viéndome con sus ojos algo mas azules que de costumbre, apartando el verde.
-Ojos grises, ojos grises- le repetí señalando mis ojos, que deberían de estar grises, puesto que no hay problemas.
-Pues no vendría nada malo algo de tu verde colérico- me insistió con desconfianza.
-Okis, tu tranquila, voy a ver si ya terminaron y a cobrarles- le dije acomodándome la falda.
-Ok- me respondió de mala gana.
Lo siguiente pareció sacado de película, dos de ellos se pusieron de pie, caminando hacia la puerta, no les puse mucha atención a decir verdad, otro de ellos también se había puesto de pie, pero refunfuñaba algo junto al imbécil y al de los ojos negros.
Escuche como las puertas de la cafetería eran cerradas, me gire bruscamente y vi como los que se habían levantado cerraban la cafetería, intente hacer algo, lanzarles lo primero que encontrara, pero ya alguien más me mantenía sujetada, de manera que no pudiera moverme, me cubrió la boca con una mano áspera, mientras me mantenía los brazos inmovilizados en un agarre de su brazo derecho.
-No te desesperes- habló el imbécil
-No queremos dañar a nadie, así que cuidado con lo que haces- le advirtió el que había supuesto que era amable.
Me encontré con los ojos de Ane que personificaban el terror, trate de decirle que todo estaba bien, pero como se lo iba a decir si me entraba detenida en una esquina de la cafetería.
-La sueltas ahora mismo, o te juro que disfrutaré cada bala de plata que te plante en tu ser- había tomado el revólver con las balas de plata y apuntaba demasiado segura al tipo que me mantenía sujetada.
-Piénsalo dos veces cariño, que yo no dudo en usar mis cosas- le respondió el imbécil con un polvo en las manos.
El jadeo que salió por mi boca, fue detenido por la mano del tipo, no quería saber que exactamente que era el polvo.
-Mejor ahórranos el trabajo y saca todo el dinero- le pidió el tipo que me mantenía sujetada.
-Suéltenla- exigió con los puños cerrados a los lados.
-No somos tontos rubiecita- le dijo el tipo que me mantenía inmóvil.
-No les daré nada si no la sueltan- advirtió en un tono duro
Podía ver como Félix mantenía a Denis dentro para que no se asustara de lo que estaba pasando afuera, y por más que Ane tratara de que me soltaran lo más idóneo era que les diera el dinero. Trate de hablar pero no podía, trate de moverme pero tampoco era probable que lo lograra así que… lo mordí.
-ESTÚPIDA ZORRA- grito el tipo furioso, tomándome por el brazo -YA VERÁS- me amenazo con la mano en alto dispuesto a golpearme.
-No lo hagas- lo detuvo el que había sido amable
-No me digas que es lo que tengo que hacer- le respondió de mala gana.
Yo vi como su mano se estampaba a un lado de mi cara, dejándome estampada contra el piso de la cafetería, me llevé de una la mano al lado donde me había golpeado, era definitivo que eso no se vería bien mañana.
-¿Qué demonios haces?- pregunto disgustado el amable.
-AHORA SÍ DESGRACIADO- pude escuchar a Ane
-Tu quietecita- hablo el imbécil -que tengo algo especial para ti si te mueves- le advirtió tocando sutilmente un arma que lanzaba angostas estacas de madera.
-FÉLIX-
-Ni lo llames que la policía no creo que tarde mucho en venir, así que apresuremos el paso-
-Ane- la llamé para captar su atención
-Evs, mira lo que te acaban de hacer, ni pienses que me quedare así- reclamo
-Sólo dales lo que piden para que se vayan- no me había dado cuenta de que estaba llorando hasta en ese momento, que sentí las lagrimas resbalarse por mis mejillas
-Ves rubiecita, apresúrate- dijo el imbécil, lanzándole un bolso de cuero.
Ane de mala gana se fue a la caja con el bolso, me limpie las lagrimas haciéndome la fuerte, me moví un poco hacia una silla para poderme poner en pie, cuando vi una mano extendida hacia mí. Lo mire furiosa a esos ojos negros que habían sido amables antes, pero ignoré ese hecho, me puse de pie por mí misma, sin verle, tan siquiera verle, me senté en la misma silla, viendo como Denis me miraba desde dentro con Félix impidiéndole el paso, y a Ane dándoles el bolso de cuero.
-Ha sido un placer negociar con ustedes ahora nos marchamos- informo el rubio
-Lárguense- les dijo Ane con furia.
-Solo ponte algo de hielo- murmuro el de los ojos negros -para el golpe- dijo pasando a mi lado.
Todos salieron de la cafetería, y al parecer uno fue muy gracioso al lanzar una roca contra la ventana, me cubrí la cara con ambas manos, sollozando por lo ocurrido.
-Lo arreglaremos todo- me susurro Ane que ya se encontraba a mi lado.
-Hay cariñito- Feliz no era bueno para esas cosas, solo me despeino un poco.
-Todo lo solucionaremos, ya la policía viene- me dijo Denis
-La policía no pondrá ése vidrio nuevo, la policía no borrará el moretón que me saldrá mañana- exclame frustrada
-Evs…-
-Déjalo, me voy arriba, pongan el letrero de cerrado- pedí levantándome de la silla.
Era bueno que donde viviera estuviera arriba de la cafetería, Denis también vivía ahí, y Felix no se sabe donde vive, Ane dormía aquí de vez en cuando pero siempre se iba a su Departamento. Subí corriendo las gradas en el momento que ellos dejaron de verme.
Esto… esto no era como tenía planeado mi día.

Casualidad o destino

3.- ¿Y mi cerveza? ¡Yo quiero cerveza!

El coche que venía a recoger a Arantxa había llegado… ella se subió como si su vida dependiera de ello, ni se dignó a despedirse de sus amados “amigos”.

Después del espectáculo de las agujas con sus gritos respectivos, la calma volvió a reinar… aunque ésa paz no iba a ser duradera… solo era como el ojo del huracán… la paz antes de la próxima tormenta…

Así que estábamos todos sentados en la mesa de la cafetería del camping…

-¿Que queréis para beber?- les preguntó el camarero

-¿Que hay para beber?- preguntó Raquel

-Naranjada y agua- dijo el camarero servicialmente

-¿NO hay cerveza?- preguntó Marc abriendo mucho los ojos

-No, nada de bebidas alcohólicas en el recinto- siguió diciendo el camarero

-¡¿QUE?!- dijo Marc alzando la voz –¡YO QUIERO UNA CERVEZA!-

-Las cervezas con o sin alcohol están prohibidas en todo el recinto- dijo el camarero

-Siendo así agua- dijo Marc aparentando serenidad, aunque con una mirada psicópata en su rostro, cuando el camarero le trajo el agua él cogió el vaso y le tiró toda el agua encima –el agua es sólo para los caballos…- dijo despectivamente y luego se levantó de la mesa y se dirigió hasta su cuarto

-Menudo día- dijo Esther que estaba sentada a mi lado –antes Arantxa con las agujas... ahora Marc con las cervezas, ¿que mas va a pasar?-

-no tengo la mas mínima idea de lo que va a pasar- dije

-supongo que Luis, Toni o Ana le van a decir alguna cosa por su comportamiento totalmente improcedente- dijo Bea

-Bueno... no tardaremos mucho a saberlo- dijo Juana mirando como Luis se levantaba de la mesa de los profesores y se dirigía hacia las habitaciones

-¿Que creéis que le dirá?- preguntó Mercedes

-No lo se…- dije, en ése momento volvieron Marc y Luis y se acercaron hacia el camarero, hablaron unos instantes con él. Luego el camarero se retiró y Marc le siguió y al poco rato apareció con un delantal negro puesto, una bandeja en la mano y una expresión de resignación… Cuando salimos todos de la estupefacción las risitas se hicieron oír, pero yo no me reí, no abiertamente -Por lo que veo le ha castigado a hacer de camarero estos dos días- comenté yo

-Pues siendo así, ¿por que no lo llamamos y que nos traiga las bebidas?- dijo Bea

-¿No es un poco raro hacer que un compañero nos sirva las bebidas?- dijo Maricel

-No… él se lo ha buscado- dijo Karen aún riéndose y lo llamó -¡Marc! ¿Podrías venir?-

-¿Qué es lo que quieres Carolina?- dijo Marc cuando se acercó con cara de pocos amigos

-1) es Karen no Carolina y 2) tráenos unas aguas, por favor- dijo ella entre risas

-Muy bien- dijo él –¿y tu no te ríes como todo el mundo?- me preguntó cuándo todas se echaron a reír menos yo

-No me gusta burlarme ni reírme de los demás- le respondí –se por experiencia propia lo que es que los otros se burlen de ti… ya sea en tu propia cara o en tus espaldas, con o sin motivos aparentes- dije, si quería entenderlo que lo hiciera… si quería darse por aludido que lo hiciera… porqué a mi ya no me importaba un bledo lo que ellos pensaban

Él sin decir ni una palabra se fue hacia la cocina en busca de las aguas y regresó, no dijo nada más y se volvió hacia su mesa a comer.

viernes, 30 de julio de 2010

Mafias Cruzadas

CAPÍTULO II

VISIONES: LA BOMBA EN EL PUERTO, EL SISTEMA JAQUEADO Y EL ALMACÉN DE ARMAS

Durante el trayecto de vuelta a casa casi no hablamos, durante todo el trayecto mi teléfono no dejó de sonar, sabiendo quién era decidí no contestar…

-¿No sería mejor que le contestaras?- me preguntó Mimi sin quitar su mirada de la carretera

-Para nada- le dije riendo -para lo que creo que quiere decirme me lo puede decir en otro momento-

-¿No se supone que la mala de las dos soy yo?- me preguntó ella

-Y lo sigues siendo Mimicita- le aseguré -solo que a veces eres una mala influencia- dije riendo

-Lo sé hermanita- dijo ella también riendo, entre risas llegamos a casa, Mimi aparcó en la parte trasera de la casa y entramos para encontrarnos que una parte de la familia ya estaba sentada en la mesa, sólo faltaba la tía Swan, Mary y las gemelas. Así que me dirigí hacia mi sitio seguida de cerca por Mimi y me senté.

-¿Dónde está Mary?- le pregunté a mi hermano después de saludar a todo el mundo

-Salió de viaje- dijo simplemente -así alguien que yo me sé no intentara matarla de nuevo durante éste tiempo- me explicó, mientras yo me servía la comida

-No empecéis de nuevo- dije mirando suplicante de mi hermano a mi madre (no me apetecía una pelea familiar cómo la que había acontecido unas semanas atrás y que casi había desembocado a una guerra dentro de la familia teniendo como conclusión un auténtico baño de sangre), mientras lo hacía vi de reojo con qué interés miraba Mimi la sopa de su plato y luego a David, sin necesidad de usar mis poderes para verlo, pude imaginarme dónde planeaba Mimi hacer llegar el plato de sopa -Ni se te ocurra-

-Genial idea hija, tienes mi permiso para hacerlo- dijo mamá -Ane, sería mejor que te apartaras si no quieres acabar toda manchada- me dijo haciendo una de sus sonrisas perversas.

Teniendo por seguro de que Mimi iba a hacerlo me aparté en el momento preciso que la sopa salía disparada hacia mi hermano que simplemente se limitó a mover la mano y la sopa que se dirigía hacia David cambió de dirección y se dirigió directamente hacia mamá, Evs intervino haciendo que volviera a cambiar de dirección y volviera al plato de Mimi. Una vez mamá vio que la sopa estaba a buen recaudo. Hizo ademán de decir algo pero en ése momento entró la tía Swan totalmente alterada…

-Hubo un atentado en el Puerto… estaba controlando la mercancía que salía… y de repente hubo una explosión, una bomba… no sé quien… luego me llamaron al móvil y me dijeron cosas raras… que nos cuidemos las espaldas porqué nos mandarán otra…y…- en ése momento perdió el conocimiento

La discusión que estaba a punto de estallar entre mi hermano y mi madre quedó olvidada de repente, el discurso exaltado de la tía causó varias reacciones, la tía Memy, Evs y mamá se miraron entre si y luego se fueron las tres, yo me levanté y me arrodillé al lado de la tía Swan e intenté reanimarla con el paño húmedo que Mimi había traído de la cocina, mientras veía como mi madre salía por la puerta, en ése momento bajaron Pili y Lore antes de que vieran a la tía Swan David las envió de nuevo a su habitación con un: “tranquilas, no gritéis”. En ése momento Swan se despertó y se levantó de repente

-Tengo que irme, tengo algo que hacer- dijo mientras se levantaba

-Pero…- empecé a decir

-Estad atentas cualquier cosa puede pasar- dicho esto salió corriendo del comedor

-¿Y la tía Swan?- preguntó David una vez volvió de asegurarse de que Lore y Pili estaban en sus cuartos

-Se fue corriendo- dijo Mimi

-Tengo que hacer una llamada- dijo más bien para sí mismo

-¿Qué está pasando hermanito?- le pregunté presintiendo que algo gordo se avecinaba pero sin poder adivinar que pasaba

-Nada no os preocupéis…- dijo antes de salir pitando hacia su despacho “hiper-mega-super-secreto”. Aunque él había dicho que no pasaba nada yo sabía que no era así, pero era incapaz de ver nada en el futuro sólo veía sombras borrosas. Mientras yo seguía en el comedor Mimi se había ido a la sala de estar y había cogido un libro y intentaba concentrarse en él. Unos minutos más tarde empezó a llamar a David cómo él seguía encerrado en su despacho así que fui a ver porque le llamaba… entré rápidamente a la sala de estar, el libro que había estado leyendo estaba tirado por el suelo y ella se sujetaba la cabeza con las manos

-¿Qué pasa Mimicita?- le pregunté sentándome a su lado en el sofá

-Ane, he visto una cosa rara- me dijo, yo la animé a que continuara con una mirada -unos tipos raros estaban planeando una venganza contra David y la familia, pero no he podido ver mucho-

-A ver, dame la mano- le dije intentando mantener la calma -a ver si yo puedo perfilar la visión que tú has tenido- recé interiormente para que funcionara y esta vez no viera solo sombras, así que cogí su mano e intenté concentrarme hasta que entreví una sala oscura y unos tíos sentados en ella

-Ya veo- le dije a Mimi, seguí un rato mirando lo que había visto ella hasta que me soltó la mano y se levantó

-Lo siento pero me duele la cabeza, voy a acostarme un rato- me dijo antes de salir, me acomodé en el sofá y volví a centrarme en lo que había visto Mimi para intentar hacerla más clara…

Volví a visualizar la misma sala, pero esta vez pude llegar a entender de que hablaban… ellos habían sido quiénes habían puesto la bomba en el puerto, por lo visto también habían jaqueado el sistema superseguro de mi hermano y estaban planeando hacer estallar alguna cosa en el almacén de armas… mientras lo veía noté como iba perdiendo la conciencia, por lo menos estaba sentada en el sofá y no iba a caer al suelo cómo había hecho la tía Swan, aún medio consciente oí las palabras de mi hermano que se disponía a salir de casa…

-Salgo un rato, te quedas al cargo, las líneas ya funcionan todo está en orden, si llama Mary dile que he salido que la llamaré luego- intenté decirle lo que había visto pero la conciencia me abandonó del todo, mientras estaba sumida en la inconsciencia vi como David rompía el cristal del coche de Mimi(Mimi lo iba a matar cuándo se enterara de lo que le había hecho nuestro hermano a su adoradísimo coche), le hacía un puente y se iba hacia el almacén de armas, seguidamente había un fragmento del tiempo sumido entre las sombras entonces le vi caminando hacia la caja fuerte del almacén, otro borrón de sombras y luego vi cómo cogía una arma extraña con las manos y ésta le estallaba entre las manos.

En ése momento noté como alguien me sacudía suavemente, llamándome intenté abrir un par de veces los ojos, pero no lo logré hasta el tercer intento, entonces vi a la tía Mel sentada a mi lado con su pelo recogido en una cola y mirándome preocupada

-¿Ane?- dijo -¿Ane estás bien?- intenté enfocar mi visión y levantarme

-Mi móvil- fue lo primero que pensé -tengo que llamar a David- dije mientras la ansiedad se agolpaba en mi estómago -si no lo hago podría morir-

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jueves, 29 de julio de 2010

Arcobaleno (por Dalvarez)

Capitulo1:ElBebe&laMadrina

Para Daniela no todo era tan fácil como ella creía, liderar la Mafia no era tan fácil como creen algunos, en realidad es complicado, tenía que atender a las peticiones de sus miembros, tenía que defender el territorio, entre otras tareas, y quizás la más importante, en un aspecto más personal, tenía que afrontar como su prima, la traiciono provocando un intento de golpe de estado, que por suerte ella pudo evitar, pero lo que si no pudo hacer nada de nada, fue evitar que su hijo adoptivo, que ella quería como uno de propio, se convirtiera lentamente en la oveja negra de la familia.

La mafia tenía extrañas costumbres de ir a rezar en un oratorio a favor de una Diosa con forma de vaca, y ella era una de las principales seguidoras de ese culto, hasta que un día vio algo que la traumatizo por completo, su hijo el cual se estaba convirtiendo en la oveja negra de la familia, estaba junto su prima, la que había intentado un golpe de estado, los dos estaban juntos y muy abrazados, en ése entonces ella descubrió que esos dos eran amantes, y eso la traumatizó un poco, por lo cual se cogió unos días de vacaciones, para volver a su México de su corazón, allí esperaba recuperarse del shock y que las pesadillas que por la noche le atormentaban, en ver que esos dos juntos desaparecieran.

Y mientras se relajaba en Cancún disfrutando de las bellas playas del lugar, consiguió superar al menos el episodio que vio en el oratorio, por las noches ya podía dormir un poco, aparte durante su estada en la playa pensaba dejar que los chicos guapos se le acercaran a ella, al igual que las abejas se acercan a la miel.

No obstante las cosas no le salieron tal como ella planeaba, ya que en lugar de un chico bastante guapo, lo único que se le acerco fue una cigüeña que llevaba en una cesta a un bebe, una niña para ser más exactos, la cual iba tapada con una manta blanca y en su cuello llevaba un chupete de color naranja.

La cigüeña aterrizo a su lado de una forma algo torpe haciendo que se levantara una nube de polvo que cubrió en su totalidad a la Madrina, pero en cuando esa se disipo ella, pudo ver de más cerca esa ave extraño y la niña que llevaba.


-
¿Supongo que quieres que me la quede no?Pregunto ella.

La cigüeña parecía que entendía el lenguaje humano e hizo un pequeño gesto afirmativo con la cabeza y dejo caer la cesta levemente encima de la arena, la Madrina se acerco al bebe, pero antes de cogerlo en brazos, decidió rezar una oración al cielo.


-
Dios mío que estas en el cielo, no dejes que ese bebe siga el mismo camino que mi hijo adoptivo, haz que sea puro e inocente, amén-

En respuesta a la oración de la Madrina, los cielos se abrieron mostrando una luz blanquecina e divina, de donde salió una paloma que se puso encima del bebe, y después esa se fue volando de nuevo hacia el cielo, y ese se cerro de nuevo volviendo a la normalidad, pero Daniela sabía que eso se trataba de un milagro, obra del señor.

Después de ese pequeño milagro, la cigüeña remonto el vuelo de nuevo, dejando solas a la Madrina y el bebe, y la primera decidió coger en brazos a la segunda y le pregunto:


-
Haber chiquitina, ¿Qué nombre quieres?-

El bebe miro a la madrina con sus tiernos ojitos y empezó a llorar, así que Daniela intento hacerle caritas graciosas para que no llorase pero, el bebe no dejaba de llorar, así que intento cantarle una nana, que si tuvo efecto por unos minutos, y mientras cantaba pensaba en que nombre ponerle a esa preciosa criatura.

-
Ya se, a partir de ahora, te llamaras Daniela ÁngelaLe dijo ella, al bebe.

Pero ese nombre no le gustaba a la niña, ya que de golpe la niña dejo de llorar, pero le miro con una mirada asesina a la Madrina, y esa en ver la reacción de la niña pensó en otro nombre:


-
¿Qué te parece Cristina Paola?-

A la niña no le gustaba, así que siguió mirándola con la misma mirada asesina, obligando a Daniela a que pensase otro nombre:

-
¿Te gusta más Caterina Fernanda de todos los Santos?-

Pero la niña que era algo caprichosa, no le gustaba ninguno de los nombres que Daniela le proponía, así que seguía enfadada, obligando de nuevo a que Daniela pensara un nombre mejor, cerró los ojos e intento pensar, pero en ese momento la imagen de su hijo se materializo en su mente, pero ella intento deshacerse de esa idea, su hijo era en lo último que quería pensar en ese momento, y pensando en su hijo le salió otro nombre:

-
María Jimena-

La niña cansada de que le propusieran esos nombres, siguió mirando a la Madrina con una mirada asesina, al mismo tiempo que empezaba a llorar sin consuelo, los llantos de la niña eran insoportables para el oído de la madrina y esa juro que mataría algún día a su hijo, porque por culpa de él, ella había pensado en un nombre que hizo llorar a la niña, y eso le daba más trabajo a ella para tranquilizarse, y al final probo un último nombre:

-
Anelisse-

Por suerte, ese nombre le gusto a la niña y esa dejo de llorar y volvió a mirar con una mirada tierna a la Madrina, y le sonrío con una sonrisa adorable de bebe, de esa forma el bebe que vino del Reino Naranja de Arcobaleno, fue bautizada con el nombre de Anelisse.

miércoles, 28 de julio de 2010

Situaciones extrañas... en momentos inesperados

Capítulo II

¿Cómo puede ser que el tedio sea tan aburrido?

Otro día mas… otra vez empezar la rutina de todos los días… iba quejándome mentalmente mientras salía de mi trabajo, dirigiéndome hacia la cafetería… a la que asistía todos los días… al entrar vio como un chico bajaba la cabeza apenado mientras Evs estaba preparando algo… así que como todos los días me dirigí hacia la barra, me senté y pedí lo de siempre, después de preguntarle qué había pasado con el muchacho le expliqué a mi amiga lo monótono que había sido mi día…

-Hoy para no variar Andrew ha vuelto a meter la pata- le expliqué

-¿Qué ha hecho esta vez el pobre muchacho?- preguntó Evs

-Solo que se ha vuelto a equivocar con el pedido- dije -y como soy yo la que está al cargo he tenido que arreglarlo, por suerte aún no lo habían enviado… y de paso ha aparecido el pesado de mi ex pidiéndome que regresara con él-

-así que un día normal ¿no?- me dijo

-si… tan rutinario como el resto de los días- dije con un suspiro. Oí risas pero las ignoré hasta que Evs me preguntó de qué hablaban ésos tipos, así que centré atención en la mesa que se sentaban esos cinco individuos…

-¿Qué haremos la próxima luna llena?- dijo uno de ellos

-Haremos lo de todos los meses, nos iremos al bosque de siempre y vosotros os convertiréis en lobos mientras yo lo hago en pantera- dijo otro de los tipos

-¿Sabéis ya lo que vais a pedir?- preguntó otro

-Cuándo la camarera venga se lo pedimos- dijo otro

Como ya había escuchado bastante de su banal conversación le dije a Evs lo que quería saber y la vi marcharse con su lápiz y libreta hacia su mesa, por si de caso no le quité la mirada de encima mientras atendía a esos lobos repelentes…

Momentos más tarde cuándo el más repelente de ellos dudó de su capacidad de controlar la cafetería ella sola, cuándo mencionó las balas de plata la llamé preguntando si había algún problema… y como bien suponía me dijo que no pasaba nada… así que me volví a sentar mientras ella intentaba seguir.

Pero al instante siguiente tuve que luchar contra mi misma para quedarme sentada… ¿cómo podía ése tipejo pedirle una limonada a una hada? Vi como mi amiga rompía el lápiz… La suerte le sonrió al tipejo cuándo su amigo pantera intervino pidiendo, aunque el muy capullo siguió insistiendo con la limonada…

Vi como los ojos de Evs se volvían verdes y que dejaba el lápiz y la libreta en la mesa de al lado… estaba a punto de levantarme y darle su merecido a ése cretino pero, desgraciadamente, la pantera volvió a intervenir… oí como mi amiga lanzaba una advertencia y volvía a la barra y hablaba con Denis

Cómo Evs no quería ir a llevarles su pedido fue Félix el demonio y cuándo regresó pidió quedarse con el grandísimo imbécil ambas nos reímos teniendo en cuenta los rarísimos gustos del demonio. La pena es qué los lobos dejarían su olor impregnado en el aire, le puse mi mejor cara de niña buena a Evs y le pedí si me dejaba deshacerme de ellos… pero ella se negó…

Lo peor pasó unos minutos después entró por la puerta el grandísimo pesado como lo llamábamos

-Ane, me parece que tu ex no ha tenido suficiente con que lo hayas echado del trabajo y te ha seguido hasta aquí- me dijo mi amiga cuándo se sentó en la mesa de al lado de los lobos y me hizo una señal con la mano para que me le uniera -ve… y por favor no muerdas a los lobos- dijo ella intentando contener la risa ante mi expresión

-¿Bromeas?¿Morderlos yo? De eso nada… tendría que ir a hacerme una limpieza bucal si los mordiera… sobre todo al del limón- respondí yo, levantándome de mi taburete y dirigiéndome hacia la mesa dónde el pesado de mi ex me esperaba

Mientras me acercaba vi como el de la limonada me miraba y tuve ganas de tirarle la limonada por encima… pero en vez de eso me senté en la silla de en frente de mi ex…

-¿Qué es lo que quieres esta vez Mattews?- pregunté mirándole con mala cara

-Ane, vuelve conmigo… por favor- se limitó a decir

-Te lo he dicho mil veces, no me llames Ane, entre tú y yo no hay nada, no pienso volver contigo, antes con un maldito lobo que contigo- le dije, mientras que mi paciencia se iba agotando

-Nena, ¿cómo puedes compararme con un licántropo?- me preguntó -te echo de menos- susurró

-Lo hubieses pensado antes de traicionarme con Samantha- le dije -y si que puedo compararte con los perros… por qué por lo menos tienen la virtud de ser leales…- aunque sea la única añadí para mí misma

-Samantha fue un error, yo te quiero a ti- me dijo poniéndome ojos de cachorrito apaleado y abandonado

-Guárdate tus trucos para ti y olvídate de mí- dije disponiéndome a levantarme y dirigirme de nuevo a la barra…

-Barbie presumida- susurró el capullo mientras me levantaba, durante un par de segundos dudé entre hacer lo que Evs había dicho... colgarlo al lado de la cabeza del alce pero preferí contestarle

-Mejor ser una barbie presumida que un perro apestoso y sin modales- dije mientras me dirigía airosa hacia la barra

-Durante unos segundos creí que ibas a morderle- dijo Félix cuándo me senté

-¿Y tenerme que hacer una prótesis dental? Nunca… estaba pensado en colgarlo al lado del alce- dije sonriéndole a Evs -La próxima vez no me quedaré sentada… porque por mucho que hayas dicho que no había problemas vi tu expresión y supe que preferías que no me ensuciara los colmillos… aunque por ti no me importaría ensuciarlos- le dije sonriéndole

-¿Que quería don pesado?- preguntó cambiando de tema

-Adivínalo- la reté

-¿Qué volvieras con él?- preguntó cuando asentí con la cabeza -¿qué le respondiste?- preguntó curiosa

-Que prefería un perro antes que volver con él- dije arrugando la nariz

-Eso debió dolerle en el orgullo- dijo Evs riendo

-Lo hizo- dije riendo yo también -por cierto Evs… los lobos me dan mala espina- dije yo mirando con sospecha hacia la mesa donde se situaban mientras mi ex salía de la cafetería con la cabeza gacha

-A ti siempre te dan mala espina- dijo Evs -con el cariño que les tienes…-

-No, no es por eso… es una sensación que hoy no será un día tan monótono…- comenté mirando de nuevo hacia la mesa

martes, 27 de julio de 2010

Casualidad o destino

2.- ¿Agujas? ¡Me dan pánico!

La mañana realmente fue bastante tranquila, hicimos las actividades que estaban programadas por todo el bosque… una vez realizadas teníamos un par de horas libres antes de la comida así que cada uno se fue por su lado… Ángel, Marc, Noni, Raquel y Gerard se fueron por el bosque para poder disfrutar de su gran vicio… el tabaco… en cambio Arantxa decidió ir a hacer la siesta en su habitación… pero cometió un error… dejó la puerta abierta… creando el momento propicio para poner en marcha algunos mecanismos…

-Mercedes, Juana- les dije a mis compañeras de habitación -¿puedo venir con vosotras a pasear por el bosque?-

-Por supuesto- dijo Mercedes –Aunque solo vamos a pasear un poco-

-No me importa- le dije –me apetece dar una vuelta por ahí… acompañada por una vez-

-Muy bien…- dijo Juana emprendiendo la marcha -pues vámonos- yo feliz de la vida las seguí.

Llegada la hora de la comida nos fuimos todos al comedor dónde cierto grupito se encontraba rodeando a Arantxa que estaba pálida

-¿Que es lo que ha pasado Karen?- le pregunté a Carolina una de mis compañeras

-Pues sinceramente no lo se, acabo de llegar Marina y Maricel ya estaban aquí quizás ellas o Esther o Bea lo sepan- respondió ella

-Se ve que en el tiempo libre Arantxa se fue a hacer una siesta en su habitación- explicó Marina

-Pero no le veo razón para que esté tan pálida y asustada- dijo Juana

-¿Qué es lo que le ha pasado?- preguntó Mercedes

-Digamos que al despertarse se ha encontrado la cama llena de agujas- dijo Maricel

-Pero ponerse así por unas agujas es cosa de niños de parvulario- dijo Bea o como ellos la llamaban la posesión, una chica mayor bastante rellenita

-Lo es- dijo Esther -¿sabeis lo mas gracioso?- preguntó

-No, ¿que es?- pregunté

-Que afirma que quien pusiste las agujas fuiste tú por venganza de que ellos te dejaran de lado-

-¿Yo?- dije atónita- pero si yo no estaba en el camping, estaba paseando con Juana y Mercedes-

-Si, estaba con nosotras- dijo Mercedes

-Tranquila, tranquila- decía Noni mientras le golpeaba suavemente la espalda para tranquilizarla

-¿Cómo quieres que me calme?- vociferó Arantxa –les tengo pánico a las agujas… lo siento mucho pero ya he llamado para que vengan a buscarme… me voy a casa- dijo ella

-Venga ya- dijo Marc -¿como puedes tenerle semejante miedo a unas pobres agujitas?-

-¡Pues lo tengo!- siguió chillando Arantxa –Así que nada me marcho… ya esta decidido-

-Bien- me dije para mis adentros una menos… aún así el espectáculo aún no había empezado y lo mejor aún estaba por llegar